2022/08/19

Si las barbas de tu vecino ves cortar …


Cultivos de pistachero (Pistacia vera), en Villarrobledo (Albacete, arriba) y San Clemente (Cuenca, abajo). Julio 2021.


En los últimos años se están produciendo significativos cambios en el paisaje del secano de la parte mediterránea de la península ibérica. De un lado se han extendido notablemente, adaptándose a menudo para cultivo mecanizado, las plantaciones de vid y olivo. Pero, sobre todo, muchas zonas antes dedicadas al cereal o a cultivos herbáceos parcialmente irrigados -por ejemplo, el melón en La Mancha- se han convertido en importantes extensiones de campos de almendro, y de modo más reciente, de pistacheros, cultivos claramente en auge.



Cultivos de reciente implantación de almendros (Prunus dulcis) en Tomelloso (Ciudad Real). Julio 2021

El almendro ya era un cultivo tradicional, pero que fue cayendo en el abandono, salvo en los pocos sitios donde existía una demanda constante, como eran las comarcas próximas a sitios donde se fabrica el turrón a nivel industrial -por ejemplo, en la provincia de Alicante-. Desde hace algunos años, sin embargo, las fuertes sequías y la prioridad por otros cultivos de mayor rentabilidad, unidos a algunas plagas y enfermedades, han obligado a abandonar masivamente almendros en Estados Unidos, el primer productor y consumidor mundial de almendra, lo que ha favorecido que se revitalizara su cultivo en países competidores que pueden actuar de exportadores, como España.

Plantación de pistacheros bajo cobertura de dehesa de encina cerca del límite entre Hinojosa del Duque -cerca de la Estación del Zújar- y el arroyo del Hato de Belalcázar. Agosto 2021.

Dada la relativa similitud climática de Los Pedroches con las tierras manchegas, por su elevada continentalidad climática, es de esperar que estos cultivos también se vayan extendiendo en la comarca. En el caso del pistachero (Pistacia vera), ya pueden observarse algunas plantaciones dispersas, y es fácil que éstas se incrementen si en el futuro se instala alguna empresa procesadora del pistacho, el fruto de este árbol, como ya ha ocurrido en La Mancha, en las áreas limítrofes entre Cuenca, Albacete y Ciudad Real. El pistachero se suele injertar sobre la cornicabra (Pistacia terebinthus), especie relativamente abundante en Los Pedroches y comarcas colindantes, y en general en Sierra Morena y el resto de montañas béticas.

Aspecto de las hojas del pistachero (Pistacia vera). Jardín Botánico de Valencia. Junio 2012


Izquierda, ejemplar cultivado de pistachero en Belalcázar (julio 2022). Derecha, zona del injerto entre el pistachero y la cornicabra (Pistacia terebinthus), usada como patrón, en uno de los ejemplares del Jardín Botánico de Valencia (julio 2012)

 

2022/08/16

Incendios forestales en Belalcázar

Vista parcial del monte Malagón de Belalcázar con algunas de las áreas quemadas de estos últimos años 

A lo largo de los últimos años se vienen sucediendo varios incendios forestales en el monte Malagón y otras zonas de Belalcázar, en circunstancias que permiten sospechar fundadamente que pueden ser el resultado de actos intencionados. El último y más grave sucedió en la última semana de julio de 2022, en el que el fuego, con varios focos junto a carreteras y caminos, quemó 1.200 hectáreas. Conforme a los medios de comunicación, se trataría del incendio forestal de mayor dimensión de la provincia de Córdoba en los últimos 15 años.

Paralelamente se dieron otros fuegos, quemando terrenos agrícolas, incluso al lado del casco urbano de la población. También ha sido pasto de las llamas la exitosa repoblación con especies forestales autóctonas realizada hace cerca de dos décadas en Rebasco y Cantos Blancos, cuando los ejemplares allí plantados ya alcanzaban el porte arbóreo, especialmente muchas encinas.

 

Zona quemada en julio de 2022 junto al casco urbano de Belalcázar

En el caso del Malagón, se han detectado diversos fuegos en esa zona desde el año 2018, afectando a la masa de pinar de repoblación de pino piñonero (Pinus pinea), plantada en las décadas de 1970 y 1980. Estos pinares se caracterizan por su escasa regeneración, ya que se plantaron sobre afloramientos masivos de pizarras -las llamadas localmente “malagones”- con escasa profundidad de suelo, cuando la especie ya citada exige suelos arenosos profundos; en consecuencia, es previsible que la mayoría de la masa forestal desaparezca definitivamente. Allá donde lleguen a germinar pimpollos, sólo se regenerará la masa forestal si los próximos inviernos son generosos en lluvias y no se dan nuevos incendios, ya que la especie no es rebrotadora y suele necesitar en torno a dos décadas sin nuevos fuegos para producir piñas.  

 

Área quemada del monte Malagón en inicio de regeneración, en diciembre de 2021 

Lo que sí que se viene regenerando en las zonas ya quemadas es el estrato herbáceo y arbustivo, donde en una primera fase destaca la abundancia de plantas bulbosas, que resisten el incendio gracias a sus órganos subterráneos de reserva. De estas especies ya hicimos diversas entradas en diciembre de 2018, aprovechando justamente su abundancia en las zonas quemadas del monte Malagón ese año. Entre otros, es particularmente abundante el junquillo o narciso de otoño (Narcissus serotinus). Desgraciadamente, el fuego repetitivo tiende a reducir la diversidad de los nuevos pastizales, y los matorrales pueden enriquecerse en especies pirófitas.

 

Zona quemada en el verano de 2018 en el monte Malagón, iniciando su regeneración en noviembre de ese mismo año. El estrato herbáceo poseía en ese momento una importante densidad de junquillos blancos de de otoño (Narcissus serotinus).  Ver ficha de la especie en este blog en: http://zorruno.blogspot.com/2018/12/bulbosas-otonales-3-el-junquillo-de.html

Las zonas quemadas también destacan por la abundancia de algunas setas ligadas al carbón vegetal y las cenizas que quedan tras el paso del fuego. Entre otras, en Belalcázar abundan formas del género Pholiota, que parecen corresponder a Pholiota highlandensis (= Ph. carbonaria). Aunque no se suele considerar tóxica por la mayoría de expertos, se tiene por seta sin  interés culinario.  Podéis encontrar información sobre esta especie en páginas especializadas como la de la Sociedad Micológica Extremeña https://micoex.org/2016/09/17/pholiota-highlandensis/  

Seta localizada en las áreas quemadas del monte Malagón que parece corresponder a la especie Pholiota highlandensis, especie que solo suele localizarse en carboneras y zonas incendiadas, durante los primeros años de regeneración tras el paso del fuego

2022/08/11

El chopo chino en Belalcázar

 

Aspecto general de ejemplares de chopo chino (Populus simonii) con  un ejemplar de pino carrasco (Pinus halepensis) en el espacio escénico del Cerro de la Penitencia. Agosto 2022

Entre las especies belalcazareñas sobre las que se ha recibido alguna consulta está el árbol que forma un alineamiento en la parte superior del cerro de la Penitencia, justo detrás y a un lado del escenario o anfiteatro, y que tiene hojas parecidas a las de algunas especies de Ficus. A pesar de ese parecido, se trata de una planta con escasa relación con aquel género, ya que corresponde realmente a una clase de chopo.

Más ejemplares de chopo chino del Cerro de la Penitencia. Agosto 2022

 

Hojas de chopo chino (Populus simonii) en Belalcázar. Agosto 2022.

En concreto hablamos de Populus simonii, el chopo chino o chopo peral -por la forma de las hojas-, originario del norte de China, Corea y Mongolia, ocupando grandes extensiones en valles y umbrías montañosas, hasta los 3.000 m de altitud. Es una especie caducifolia que pierde sus hojas en el otoño, y puede superar en nuestro clima los 15 m de altura, y que en sus zonas de origen y otras próximas se ha usado ampliamente en repoblaciones forestales para fijación de dunas y laderas. Aunque pertenece al mismo género que chopos y álamos, esta especie produce una madera poco apreciada.

Aspecto comparado de las hojas de chopo común (Populus nigra, a la izquierda) y chopo chino (P. simonii, a la derecha) en el Cerro de la Penitencia, agosto 2022.

Esta planta recibe también a nivel botánico el nombre “Chopo de Simon”, ya que se dedicó al cónsul francés y botánico Gabriel Eugène Simon (1829-1896), gran aficionado al coleccionismo de plantas, que reunió un importante herbario, actualmente conservado en Museo Británico de Historia Natural en Londres. Simon, que ejerció su trabajo en China, facilitó además notablemente el trabajo de los botánicos occidentales en aquel país, por lo que gozó de gran aprecio entre los profesionales de esta disciplina. La planta le fue dedicada por el descriptor de la especie, el botánico francés Élie-Abel Carrière (1818-1896), quien también le honró con una especie de ciruelo silvestre chino, Prunus simonii.

Cicatriz en forma de V invertida junto a los puntos de inserción de las ramas en los ejemplares de P. simonii del Cerro de la Penitencia. Esta cicatriz es característica de la corteza de muchas especies del género Populus.

2022/08/09

Éxito de la obra de teatro sobre la Cueva de la Mora

Entre los días 5 y 7 de agosto se ha representado la adaptación teatral hecha por Joaquín Chamero Serena de la leyenda de La Cueva de la Mora de Gafig, representada por el grupo Víriquilos bajo la dirección de Francisca Jiménez González. Las 3 representaciones han reunido a más de 1.200 asistentes, en su gran mayoría del propio Belalcázar, aunque con progresiva presencia de público venido de otras localidades de Los Pedroches, y una excelente acogida de los medios de comunicación.

Espacio escénico del Cerro de la Penitencia de Belalcázar, poco antes del inicio de una de las representaciones. 06.08.2022

Por los comentarios de quienes han asistido a la representación, ésta ha sido un éxito rotundo, alabándose el trabajo y profesionalidad del grupo Víriquilos. La opinión más generalizada, transmitida a la asociación que ha promovido la obra teatral, Turdulia Belalcazarensis, es que el evento debería repetirse en años posteriores, alternándose por tanto con la representación de “El Halcón y la Columna” que ya se organiza cada 3-4 años.  

Imagen de uno de los momentos de la obra, con los actores Antonio Murillo e Isabel Armenta, que representaban respectivamente al juez Said ben Soleiman Al Gafequi y su esposa. 06.08.2022.

Recordamos, como en la nota anterior donde anunciábamos la obra, que ésta pretende extender entre la población belalcazareña el conocimiento sobre su notable legado andalusí. De hecho, uno de los personajes centrales de la representación teatral es Said ben Soleiman Al Gafequi, quien ejerció de juez en la segunda mitad del siglo IX, entre otras ciudades, en Mérida y Córdoba, siendo uno de los más afamados profesionales de la jurisprudencia en la historia musulmana. Igualmente lo fueron dos personajes de la antigua Gafig citados en la obra, el médico Mohamed Al Gafequi y su hijo, el farmacéutico y botánico Ahmed Abu Yafar Al Gafequi-. La intención de la asociación Turdulia es realizar en los próximos meses diversas actividades para rescatar y dar a conocer ese legado cultural, que alcanzó su óptimo entre los siglos IX y XII, y e n especial la figura de Mohamed Al Gafequi, por su mayor proyección científica internacional.

Escultura dedicada a Mohamed al Gafequi en la ciudad de Córdoba, obra del escultor Miguel Arjona Navarro, colocada en el año 1965 con motivo del VIII centenario de su fallecimiento.

Tenéis una crónica más detallada del estreno de la obra teatral y de los actos previstos por la asociación en: https://asociacionturdulia.wixsite.com/inicio/post/estreno-bajo-gran-expectaci%C3%B3n-de-la-obra-la-leyenda-de-la-cueva-de-la-mora-de-gafiq-en-belalc%C3%A1zar

 

2022/08/04

Para recordar el pasado andalusí de Belalcázar

 La asociación Turdulia Belalcazarensis va a desarrollar diferentes actividades para dar a conocer el valor de la cultura belalcazareña en época andalusí, cuando la localidad recibía el nombre de Gafig. Entre las acciones programadas, en los próximos días se representará la obra de teatro “La Cueva de la Mora de Gafig”, escrita por el cronista y especialista en historia belalcazareña Joaquín Chamero Serena. La cueva de la Mora es de hecho un sitio físico, situado cerca del barrio de El Cerro de Belalcázar. 

Cartel de la asociación Turdulia donde se anuncia la obra de teatro

La obra lleva al teatro una leyenda popular, adaptada por Chamero, que será representada por el grupo Viriquilos bajo la dirección de Francisca Jiménez González entre el 5 y 7 de agosto, en el espacio escénico Cerca de la Penitencia. Tenéis diferentes noticias en el blog de la asociación, que recomendamos consultar periódicamente:

Cartel de la obra: https://asociacionturdulia.wixsite.com/inicio/post/presentaci%C3%B3n-cartel-de-la-obra-de-teatro-la-leyenda-de-la-cueva-de-la-mora-de-gafiq

Acto de presentación de la obra: https://asociacionturdulia.wixsite.com/inicio/post/acto-de-presentaci%C3%B3n-de-la-obra-de-teatro-la-leyenda-de-la-cueva-de-la-mora-de-gafiq

Repercusión en diversos medios de comunicación: https://asociacionturdulia.wixsite.com/inicio/post/impacto-medi%C3%A1tico-presentaci%C3%B3n-de-la-obra-de-teatro-la-leyenda-de-la-cueva-de-la-mora-de-gafiq

Anuncio de la venta de entradas: https://asociacionturdulia.wixsite.com/inicio/post/compra-o-reserva-tu-entrada-ya-para-el-estreno-de-la-leyenda-de-la-cueva-de-la-mora-de-gafiq

Momento del montaje del escenario de la obra de teatro por voluntarios de la asociación Turdulia

Además de lo anterior, se pretende dar a conocer la figura de Mohamed Al-Gafequi, médico y afamado oculista que vivió en el siglo XII, experto en operaciones oculares, y que escribió la obra “Guía del oculista”, una de las principales referencias en esa materia durante siglos. También fue médico, farmacéutico y célebre botánico su hijo Ahmad Al-Gafequi, también como nacido como Abu Yafar Al-Gafequi, autor entre otras del “Libro de los medicamentos simples”, que fue una de las grandes obras botánico-farmacéuticas de su época. Las actividades, en este caso, se desarrollarán a partir de los próximos meses.

Estatua dedicada a Mohamed Al-Gafequi en Córdoba. Imagen obtenida de Wikipedia, autor: Pedro M. Martínez Corada. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Busto_Mohamed_Al-Gafequi.jpg

 

 

2020/08/14

Homenaje a Fray Miguel de Medina

Este pasado 13 de agosto ha tenido lugar en la iglesia de Santiago el Mayor de Belalcázar el homenaje del teólogo y erudito franciscano Miguel de Medina (1489?-1578), réplica del acto que ya tuvo lugar en el monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo -del que fue guardián y custodio fray Miguel por nombramiento del Papa Pío IV- el pasado 22 de noviembre de 2019. Aunque el homenaje ahora realizado se programó para el pasado 27 de marzo, su celebración no fue posible, debido a las restricciones establecidas por la alerta sanitaria nacional por la enfermedad Covid-19. 

La profesora Manuela Caballero Armenta de Medina, durante una de sus intervenciones.

El acto, como el realizado en Toledo, ha sido promovido por la asociación Turdulia Belalcazarensis. La presentación ha corrido a cargo de la Dra. Manuela Caballero Armenta de Medina, miembro de la asociación y profesora en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid.

El religioso David Ortiz García, en su presentación sobre la vida, obra y pensamiento de fray Miguel de Medina.

Tras la intervención inicial, han dirigido sus palabras al público asistente el párroco Fray Manuel Muñoz García y el alcalde de la localidad, D. Francisco Luis Fernández Rodríguez. Posteriormente se atendió a sendas conferencias breves del sacerdote y anterior párroco franciscano fray David Ortiz García, sobre la figura de fray Miguel de Medina, y del cronista oficial belalcazareño Feliciano Casillas Sánchez, que glosó la historia y evolución de la actual parroquia de Santiago el Mayor. 

Imagen de la intervención del cronista oficial belalcazareño Feliciano Casillas.

A la finalización de las intervenciones se procedió a descubrir la placa conmemorativa realizada en azulejos, similar a la que se cedió en noviembre al monasterio toledano de San Juan de los Reyes, y que ha quedado instalada permanentemente en la fachada exterior de la iglesia, al lado derecho de su puerta principal.

Descubrimiento de la placa en homenaje a Fray Miguel de Medina, por la Dra. Manuela Caballero en representación de Turdulia Belalcazarensis, el alcalde D. Francisco Luis Rodríguez, y el párroco fray Manuel Muñoz.

Aunque sigue siendo poco conocido entre sus paisanos, Miguel de Medina ha sido uno de los belalcazareños más ilustres, al tiempo que uno de los intelectuales franciscanos de mayor renombre a lo largo de la historia de la orden religiosa. Doctorado en Teología, ganó la cátedra de Santas Escrituras de la Universidad de Alcalá de Henares en 1558, y fue designado por el rey Felipe II para asistir al Concilio de Trento en 1562, desde donde se le encargó la redacción de diversas obras teológicas de relieve (ver https://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_de_Medina). El acto de homenaje de este 13 de agosto ayudará sin duda a rescatar su figura y darla a conocer en su localidad natal. Podéis consultar una crónica más completa en la página web de Turdulia Belalcazarensis, en: https://asociacionturdulia.wixsite.com/inicio/post/crónica-del-homenaje-a-fray-miguel-de-medina-en-belalcázar  


Imagen del azulejo en homenaje a fray Miguel de Medina.


2020/08/13

Tras la lluvia estival

Tras las fuertes lluvias de las tormentas de verano, como las ocurridas hace pocos días, las calles recogen a veces huéspedes inesperados. Bajo los tejados viejos que carecen de canalones, o al pie de las bajantes de agua que recogen el agua de lluvia, han podido verse restos vegetales que actúan como formas de dispersión.

Restos de colonias de musgos, arrastrados desde los tejados hasta el adoquinado urbano tras las lluvias. Belalcázar, agosto de 2020.

Uno de los restos más frecuentes son los fragmentos de colonias de musgos, que pueden corresponder a diversos géneros de especies colonizadoras de muros y tejados (Grimmia, Funaria, Tortula, Bryum, etc.). Estos fragmentos a veces se transportan por las aves urbanas, que los usan para construir sus nidos. Los que han caído al suelo pueden sufrir la misma suerte, o bien deshacerse en trozos más pequeños que acaban por recolonizar las grietas del adoquinado, directamente o dispersando sus esporas. Aunque a ojos de quienes los vean puedan parecer plantas muertas, estos restos de colonias reviven tras rehidratarse.

Macrofotografía de uno de los restos de colonias de musgos de la imagen anterior, ligeramente rehidratada. 

Otro de los restos que se han podido observar son las semillas de la palmera canaria, sobre todo cerca de sitios donde hay ejemplares adultos de esa especie en jardines o patios. A diferencia de la palmera datilera común (Phoenix dactylifera), la palmera canaria (Phoenix canariensis) tiene dátiles mucho mas pequeños, que pueden ser consumidos por aves como estorninos, grajillas o mirlos, que usualmente regurgitan los 'huesos' o semillas. Estas semillas quedan depositadas en en los tejados, de donde caen cuando la fuerza de la lluvia es suficiente para arrastrarlos.  

Semillas de palmera canaria, aparecidas en algunas de las calles de Belalcázar tras las últimas lluvias de agosto de 2020.


2020/08/08

Los colores anómalos del verano

Como hemos indicado a menudo por estas fechas, los campos belalcazareños están dominados extensivamente por el tono dorado y pardo de los campos de cultivo, y el gris que poseen en su follaje la gran mayoría de plantas, desde las encinas hasta los bledos o cenizos. Casi todo cuanto crece espontáneo en los sembrados de secano en estas fechas luce esos colores, incluso en sus flores, pero existen algunas excepciones, de la que la más abundante es sin duda la correhuela, Convolvulus arvensis. Sus flores, grandes y acamapanadas, pueden variar del blanco al rosa intenso, o combinas ambos colores, pero en Belalcázar y zonas próximas suelen ser casi siempre blancas, lo que las hace destacar fuertemente respecto al color del entorno. 
Ejemplar de correhuela común (Convolvulus arvensis) de flores abigarradas en blanco y rosa, en Valencia (julio 2011). Estas coloraciones no son habituales en la misma especie en Belalcázar, donde las flores suelen ser solo blancas o con tonos rosados muy débiles.

El apelativo 'correhuela' -o como diríamos aquí, 'corregüela'- parece tener su origen en la expresión corre-vuela o 'corre y vuela', para expresar la tendencia rampante, reptante y a veces trepadora de sus tallos, y la gran velocidad con la que se desarrollan. La planta se mantiene en la época desfavorable bajo tierra en forma de rizomas largos y estrechos, a menudo ramificados, que suelen rebrotar a mitad de la primavera. En ese momento, además de crecer en la superficie del suelo, lo hacen también emitiendo raíces cada vez más profundas, que le permitirán obtener agua del subsuelo en plena canícula estival. Sus raíces a menudo profundizan más de un metro, y son capaces de regenerar la planta con facilidad si se elimina la parte superior; ello le permite resistir el efecto del arado, incluso del de vertedera, que no resisten la mayoría de especies colonizadoras de los barbechos y sembrados. Al mismo tiempo, el arado facilita la dispersión de la planta, al trocear y enterrar a distancia las raíces rizomatosas. 
Correhuelas en flor en el verano de 2011 en Belalcázar

Como recordaréis de un mensaje del blog hace ya bastantes años, en Belalcázar se localizó cerca de la ermita de San Antón una forma 'pleniflora' o de flor doble de la correhuela común, derivada de la conversión de los estambres en pétalos. Hasta ahora no se han recibido imágenes o reseñas que atestigüen la presencia de esa forma de la correhuela en otras partes de su amplia área de distribución, que abarca buena parte de los países del entorno del Mediterráneo.  

Correhuela de la variedad 'pleniflora' localizada en Belalcázar en 2011 

2020/08/06

Nos dejó Luis Fernández Torrero

Los meses de aislamiento de la pasada primavera nos han dejado sin  contacto con muchos amigos y colaboradores. Algunos de ellos nos dejaron definitivamente. De entre ellos queremos recordar aquí a un amigo entrañable, Luis Fernández Torrero, quien durante muchos años animó desde diversos medios (páginas web, páginas de Facebook, etc.) el conocimiento de Belalcázar y otras zonas de la geografía pedrocheña, cordobesa y española, gracias a sus preciosas fotografías. 
Luis Fernández Torrero, durante una de las asambleas de la asociación Amigos de Belalcázar Villa de Monumentos, en agosto de 2012

Movido siempre por su interés en dar a conocer la riqueza natural, histórica y cultural de nuestro pueblo, Luis Fernández formó parte del equipo fundador de la Asociación 'Amigos de Belalcázar Villa de Monumentos', de la que fue secretario durante muchos años. Residía en la Comunidad de Madrid, desde donde se desplazaba a menudo a Belalcázar para asistir a eventos culturales, haciendo de fotógrafo de la asociación y divulgando los valores belalcazareños con sus imágenes, de extraordinaria calidad técnica y artística. 

Luis Fernández con Claudio Rodríguez, revisando el material de publicidad de la asociación en la exposición artística mantenida en el pósito de Belalcázar, en agosto de 2012.

En los últimos años, aquejado de grave enfermedad, tuvo que someterse a diversas operaciones, dependiendo tras ello de la asistencia de cuidadores, y moviéndose solo en silla de ruedas. A pesar de ello, nos siguió acompañando con sus fotografías, tomadas a menudo en el Real Jardín Botánico de Madrid, uno de sus sitios preferidos de visita.

Echaremos de menos sin duda sus fotografías, y sobre todo sus comentarios, llenos siempre de humanidad. Luis fue, ante todo, un hombre bueno y sincero. Un abrazo y hasta siempre, Luis, descansa en paz. 

En abril de 2012 practicando su afición favorita, la fotografía, durante una visita al Jardín Botánico de la Universidad de Valencia.

2020/05/05

Hallazgo botánico de interés desde el equipo de Turdulia Belalcazarensis

Aunque las medidas de la actual alerta sanitaria no permiten salir al campo para conocer y analizar los restos históricos u otros de interés cultural en los que trabaja intensamente el equipo de voluntarios de Turdulia Belalcazarensis, ello no ha impedido que se realicen otros hallazgos de interés, y esta vez sin necesidad de salir de casa. Clemen Medina, de la citada asociación, nos indicó la presencia de una planta desconocida hasta ahora por Belalcázar que había aparecido a su nuera, Jessica Núñez Caballero, en una maceta que contenía otra especie ornamental, y sin que ésta nueva se hubiera plantado previamente. Nada más recibir la imagen de la planta, vimos desde el blog que se trataba de un hallazgo muy interesante, ya que corresponde a una especie de la que hasta ahora sólo hay referencias publicadas de su presencia en Cataluña para todo el continente europeo, en zonas ajardinadas urbanas. Precisamente estos días se estaba analizando material localizado de esta misma especie en Valencia, del que pasaremos aquí diversas fotografías.

Imagen de Nothoscordum nudicaule, planta recientemente localizada en Belalcázar, nacida como planta adventicia en una maceta que contenía otra especie como planta principal. (Fotografía correspondiente a planta estudiada en el Centro para la Investigación y Experimentación Forestal, Quart de Poblet, Valencia, junio 2010)

La especie ahora localizada es un pariente de los ajos (género Allium), del que hace poco dábamos cuenta en el blog, y pertenece a su misma familia botánica, las Aliáceas (en latín Alliaceae), hasta hace pocos años considerada a su vez como parte de las Liliáceas (Liliaceae); para otros expertos, los ajos y plantas próximas han de situarse en las Amarilidáceas (Amaryllidaceae), la familia de los narcisos. Lo que se ha encontrado en Belalcázar pertenece al género Nothoscordum, de origen sudafricano, que hasta hace poco tiempo solo estaba representado en España por una planta frecuente y en expansión en la parte oriental de la Península Ibérica, el híbrido Nothoscordum x borbonicum. Ese híbrido recuerda mucho a algunos ajillos silvestres nativos, pero carece del olor característico de ajos, cebollas o puerros. Los tépalos o falsos pétalos del híbrido son blancos y los estambres tienen anteras amarillas. Las hojas son planas, algo acintadas, de color verde azulado. N. x borbonicum es frecuente como hierba adventicia o invasora de los cultivos de regadío en Cataluña, Levante, etc., donde se extiende fácilmente por su producción de semillas y de abundantes bulbillos subterráneos. En algunos estudios botánicos, cuando aún no se conocía bien su posible origen híbrido, se le trató con otros nombres como Nothoscordum inodorum y N. fragans, nombres científicos contradictorios entre sí, ya que uno alude a la falta de olor -dado que es realmente poco intenso comparado con otras especies de su género- y el otro a su fragancia -que la tiene pero escasa, y poco significativa a las horas centrales del día-.

Aspecto general de la hierba adventicia Nothoscordum x borbonicum, fotografiada en Catarroja, Valencia, en abril de 2017. La especie localizada en Belalcázar es un pariente próximo pero diferente, como se detalla en el texto.

Producción de semilla del híbrido . Valencia, junio de 2018.

La planta ahora localizada en Belalcázar es diferente al híbrido citado, y corresponde a la especie Nothoscordum nudicaule. Se parece mucho  a la anterior, pero los tépalos tienen una marcada línea central de color rojo vinoso intenso en su cara externa, las anteras aún cerradas son rojizas, y posee un aroma mucho más intenso, especialmente a las horas centrales del día. El olor recuerda al de la vainilla y la canela juntas. A diferencia de Nothoscordum x borbonicum, N.nudicaule produce muy pocos bulbillos, por lo que sus posibilidades de convertirse en planta invasora son muy inferiores.

Nothoscordum nudicaule. Ejemplar cultivado procedente del entorno del vivero municipal de El Saler, Valencia, donde se localizó en octubre de 2019. Imagen de abril de 2020.

Lo más interesante del hallazgo es que haya aparecido espontáneamente en una maceta que contenía ya otra planta (en concreto un ejemplar de Hippeastrum sp.). Ello hace sospechar que las semillas podían estar ya allí como impureza del sustrato utilizado en el vivero donde se produjo la planta ornamental. Esta opción coincide con las observaciones que se están realizando en Valencia en el Centro para la Investigación y Experimentación Forestal (Quart de Poblet), donde ya se había detectado un ejemplar de esta especie en el año 2010, sin poder identificarse bien en aquel momento; en 2019 se localizaron ejemplares en el suelo y zonas no ajardinadas del vivero de producción de plantas autóctonas del Ayuntamiento de Valencia en el paraje de la Dehesa de la Albufera de Valencia, en la partida de El Saler. En ambos casos la planta ha aparecido como hierba adventicia en viveros, patrón de comportamiento habitual de los llamados 'polizones de los sustratos', especies cuyas semillas pueden viajar miles de kilómetros, alojadas involuntariamente como impurezas dentro de la fibra de coco y la turba que se usan habitualmente en jardinería, para conformar la tierra de las macetas que se comercializan con plantas ornamentales.

Aspecto comparado (vista frontal) de las flores de Nothoscordum x borbonicum (izq.) y Nothoscordum nudicaule (der.). Valencia, abril de 2020.

Imagen similar a la anterior, pero en vista posterior de la flores de  Nothoscordum nudicaule (izq.) y Nothoscordum x borbonicum (der.). Valencia, abril de 2020.

Así pues, la localización de la planta de la que nos hemos hecho eco gracias a la asociación Turdulia Belalcazarensis, implica una nueva referencia para esta especie, que sin duda puede estar en expansión en España. Nuestra enhorabuena, pues, para este colectivo. Afortunadamente, el escaso carácter invasor permite mantenerla en cultivo, donde sus fragantes flores ayudarán a perfumar la estancia donde se mantenga la planta. No obstante, si se llegara a detectar en exterior, en las huertas, conviene controlar su expansión, ya que a largo plazo puede llegar a comportarse como hierba no deseada.    

NOTA: Para quienes deseen profundizar en el conocimiento botánico de la planta, pueden consultar el artículo del Dr. Samuel Pyke "Nothoscordum Kunth (Amaryllidaceae, formerly Liliaceae or Alliaceae) in the NE Iberian Peninsula: a confusing denizen of parks and gardens" en las páginas 12 a 18 del vol. 28 de la revista Bouteloua, descargable desdhttp://www.floramontiberica.org/Bouteloua/Bouteloua_28.htm  

2020/04/26

Los ajos más tempraneros


 
Ajo rosado (Allium roseum). A la derecha, ejemplar belalcazareño prácticamente albino, cultivado en Valencia, fotografiado a finales de marzo de 2008. A la izquierda.planta fotografiada en Es Mercadal, Menorca, en abril de 2011. 

En estas semanas han estado en flor las especies más tempranas de nuestros ajos silvestres. Aunque tengamos en mente al ajo porro (Allium ampeloprasum) que a menudo encontramos en las cunetas y bordes de cultivos, del que ya hablamos en 2010 y en 2012, se trata de una especie bastante tardía, que raramente encontraremos en flor antes de mayo o junio. A cambio, ya en abril e incluso a veces a finales de marzo, han estado en flor las especies más tempranas, que en Belalcázar son el ajo rosado (Allium roseum) y el ajo blanco (A. neapolitanum), siendo especialmente abundante el primero.

Planta belalcazareña de Allium roseum cultivada en Valencia, abril de 2010.

El ajo rosa o rosado debe su nombre al color de las flores, que puede alcanzar un color bastante intenso, aunque no son raros los ejemplares con flores de tonos muy débiles, casi blancas. Es de pequeño tamaño y con hojas finas, a menudo curvadas hacia adentro, brillantes por una cara y mates y más claras en la otra. Sale con frecuencia en las cunetas y márgenes de huertas y campos cultivados, aunque tampoco es raro bordeando pistas forestales e incluso formando parte de los pastizales, como ocurre en algunas zonas del monte Malagón. Como ocurre con la mayoría de ajos silvestres puede consumirse, y así se hizo en tiempos de hambruna, pero dado su pequeño tamaño se abandonó su uso, al no merecer la pena el esfuerzo de recolectarlos, máxime cuando las especies del mismo género que tenemos más a menudo en nuestros platos se cultivan con asiduidad; hablamos obviamente del ajo común (Allium sativum) y la cebolla (A. cepa), ambas introducidas en tiempos antiguos en la agricultura española.

 
Ejemplares de Allium neapolitanum en Belalcázar, abril de 2010.

El ajo blanco, Allium neapolitanum, es más raro de ver, y usualmente es más alto que el anterior, alcanzando fácilmente los 50 cm. Las hojas son también mucho más anchas y de color uniforme. Suele requerir suelos algo más profundos y frescos, por lo que no se le suele ver en el monte, sino en cunetas u otros sitios que recogen la humedad, pero sin llegar a encharcarse, y casi siempre cerca de las casas, cortijos u otros sitios de actividad humana.

 
Macrofotografías de las flores de Allium neapolitanum (izquierda, abril de 2010) y A. roseum (derecha, mayo de 2010)

Vistos de cerca, los dos ajos aquí indicados guardan también más diferencia, ya que las inflorescencias de A. roseum suelen tener muchas más flores y con los cabillos o pedicelos más cortos, de modo que se agrupan más densamente. Los tépalos o falsos pétalos de Allium neapolitanum son proporcionalmente más grandes y redondeados que los del ajo rosado, se disponen en menor número y tienen los pedicelos más largos, lo que da a la inflorescencia un aspecto más laxo.